minientrada De mocos y banderas

Esto no lo tenía escrito, de verdad… esto es fresco… de hoy… aunque tenga su tiempo…

Quizá voy tarde y este tema está ya más que trillado, superado, barruntado y demás participios que quisiéramos añadir a la lista. O quizá no, porque el trasfondo no solo se reduce a un hecho concreto…

Empezaría diciendo que no me hizo gracia el gag de Dani Mateo sonándose los mocos con la bandera de España

Los que lean hasta ese anterior punto y no más allá empezarán a ofenderse y a pensar de mí que soy un facha, un retrógrado y que voy en contra de la libertad de expresión. Habrá otros que estén aplaudiendo y enalteciéndose (y conjugo bien en la tercera persona del plural) por mi patriotismo…

No corráis ni unos ni otros… sigo entonces…

Simplemente no me ha gustado porque no me ha hecho gracia, pero no me siento ofendido en mi sentimiento patriótico (que lo puede haber, símbolos aparte) porque es humor. Y el humor, para desgracia de muchos (cada vez más… preocupante…) EXISTE… (del latín existere). Y cuando algo existe, porque tiene esencia, existe más allá de la consideración de los que la observan, para bien o para mal…

Los que hayan leído hasta el punto anterior y no más allá se habrán aburrido porque piensan que «vaya tostón filosófico» y ya se habrán ido. Hasta luego. Los otros también. Pues hasta luego también. No os ofendáis…

Prosigo…

El humor es humor y puede gustar o no. Si no me gusta puedo criticarlo, decir que no me ha gustado, que no ha sido un punto acertado, que puede sentar mal a alguien… y si le sienta mal a alguien, entonces no, por ahí ya no hay que pasar…

En este punto, quisiera romper una lanza en favor de los leperos (de los que conozco a uno al que nunca le ha pasado lo de los chistes, supongo que tampoco a los demás) pero también para con los de Fernán-Nuñez en Córdoba, en favor de todos los Jaimes de España que han sido vilipendiados como auténticos cazurros y gamberros, en el colegio y en su casa (no sé por qué los servicios sociales no se pusieron las pilas con el caso de ese crío), en favor de los Manolos (del grupo también), de los Pacos y los Josés, protagonistas intemporales, eternos y tristemente retratados, aquellos a los que habían sido infieles o se habían sentado en un nabo sin querer o queriendo. Más presente están si son de Lepe o de Fernán-Nuñez, o si han tenido la feliz idea de ponerle al niño Jaime en vez de Goku, para que mande su mujer (y sin nombre), o Felipe Juan Froilán Pimpám Gori Gori Dextrometorfano para que no mande en ningún sitio (aunque sea el puto amo)…

-Papá ¿por qué siempre haces lo que dice mamá? -Cuando naciste hicimos un trato, yo te ponía el nombre pero a cambio tenía que hacerle caso en todo. -¿Y mereció la pena papa? – Claro que si Goku, claro que si. El chiste de Goku, por si alguien no se lo sabía…

El caso es que el humor puede ofender. Correcto. Pero es que es muy difícil que no ofenda a alguien, sea del color que sea… (en todos los sentidos que lo queráis coger…) porque precisamente el humor nace del defecto, la distinción y la miseria… y también tiene colores…

Hemos sido tan imbéciles que en lugar de regodearnos en nuestras penurias nos ha dado por reírnos de ellas…

No me gustó el gag de Dani Mateo igual que no me gustan tantas otras gracias que a otros les suponen su dosis de sonrisa diaria. Sin embargo, no pienso que aquel al que le parece gracioso el alemán que le roba las pastillas a su abuela o el bebé con la cuchilla en la bañera desee todo mal y se alegraría de ver y vivir la experiencia. Es humor. Es simbólico. Es imaginativo. Es algo de lo que solemos presumir. ES ALGO QUE, A LO MEJOR, NOS HACE DIFERENTES…

El humor ya no tiene gracia

El enlace que os compartía a principios de esta semana en la página de Facebook

A la sazón, más me preocupa el que se limpia la mierda en la que vive enterrado, mientras salpica su pulserita patriótica, que el cómico que se limpia los mocos con la misma bandera.

 

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